EsteticNews

Noticias del mundo de la belleza para profesionales

EsteticNews

Noticias del mundo de la belleza para profesionales

Tratamientos

Cambio de paradigma en el tratamiento del acné: de antibióticos a terapias dirigidas y no antibióticas

Introducción

El abordaje terapéutico del acné está experimentando una transformación significativa en el sector de la estética avanzada y la medicina estética. Tradicionalmente, el tratamiento del acné se ha basado en el uso extensivo de antibióticos de amplio espectro, tanto por vía tópica como sistémica. Sin embargo, la preocupación creciente por la preservación del microbioma cutáneo, el aumento de las resistencias bacterianas y la búsqueda de resultados más personalizados han impulsado la adopción de terapias dirigidas y alternativas no antibióticas en clínicas médico-estéticas y centros de estética avanzada.

Novedad o Tratamiento: Terapias dirigidas y no antibióticas en el manejo del acné

El giro hacia terapias más específicas implica la integración de activos tópicos de nueva generación, dispositivos de luz y láser, peelings químicos selectivos y moduladores del microbioma. Entre las opciones más destacadas se encuentran el uso de retinoides tópicos de última generación, moduladores tópicos del receptor de andrógenos, antibióticos tópicos selectivos como la clindamicina con vehículos liposomados, y terapias físicas como la luz azul LED (415 nm) y la terapia fotodinámica (PDT) con ácido 5-aminolevulínico.

Características Técnicas

– Retinoides tópicos: moléculas como la trifaroteno (marca: Aklief®) ofrecen alta selectividad por los receptores RAR-γ, minimizando la irritación y maximizando la eficacia en lesiones inflamatorias y comedogénicas.
– Moduladores del receptor de andrógenos: el clascoterona 1% crema (Winlevi®) actúa inhibiendo localmente la acción de las hormonas androgénicas sobre la glándula sebácea.
– Luz azul LED y terapia fotodinámica: equipos como Omnilux® o Dermalux® Pro emplean longitudes de onda específicas que reducen la proliferación bacteriana y la inflamación sin dañar el tejido circundante.
– Prebióticos y probióticos tópicos: marcas como Esse Skincare o La Roche-Posay han desarrollado formulaciones que promueven el equilibrio del microbioma cutáneo.
– Peelings químicos selectivos: el ácido salicílico en concentraciones del 20-30% y el ácido mandélico son habituales en protocolos profesionales para acné leve-moderado.
– Antibióticos tópicos y combinaciones: la integración de clindamicina liposomada con adaptaleno o peróxido de benzoilo, minimiza la resistencia bacteriana y mejora la penetración.

Innovaciones respecto a modelos anteriores

Las nuevas terapias han desplazado el uso indiscriminado de tetraciclinas, doxiciclina y minociclina sistémicas, que tradicionalmente se prescribían durante meses, incrementando el riesgo de disbiosis y resistencias. Las formulaciones actuales han optimizado la biodisponibilidad, reducido el perfil de efectos adversos y posibilitado tratamientos personalizados según el fenotipo y la severidad del acné.

La tecnología LED, por ejemplo, ha avanzado en potencia, uniformidad de la emisión y control de la temperatura, permitiendo realizar sesiones más cortas y seguras, incluso combinadas con otros tratamientos (sinergia terapéutica). Los retinoides de cuarta generación, como el trifaroteno, aportan especificidad de acción y mejor tolerancia cutánea.

Evidencia y Estudios recientes

Diversos estudios respaldan la eficacia de las alternativas no antibióticas. Un ensayo clínico de 2022 publicado en Journal of the American Academy of Dermatology demostró que el trifaroteno tópico obtuvo una reducción significativa de lesiones inflamatorias y comedogénicas en un 65% de los pacientes tras 12 semanas de tratamiento, con excelente tolerancia cutánea. Por otro lado, la luz azul LED ha mostrado en meta-análisis (Y. Dai et al., 2021) reducciones del 50-60% en la cuenta lesional tras cuatro semanas de sesiones semanales.

Ventajas y Limitaciones

Ventajas:
– Preservación del microbioma cutáneo, clave para evitar disbiosis y brotes posteriores.
– Disminución del riesgo de resistencias bacterianas.
– Mayor personalización de protocolos según tipo y gravedad del acné.
– Mejor perfil de seguridad y tolerancia a largo plazo.
– Posibilidad de combinar terapias físicas y químicas para resultados optimizados.

Limitaciones:
– Coste inicial de aparatología (equipos LED desde 3.000 a 9.000 euros).
– Necesidad de formación específica en nuevos protocolos y tecnologías.
– Resultados más lentos en algunos casos frente a antibióticos sistémicos tradicionales.
– Adherencia al tratamiento tópico por parte del paciente.

Opinión de Expertos

Dermatólogos y médicos estéticos de referencia, como la Dra. Cristina Eguren (Madrid), destacan que “la medicina estética tiene la oportunidad de liderar el cambio hacia terapias seguras, eficaces y responsables, minimizando el uso de antibióticos y apostando por el cuidado integral del microbioma”. La tendencia actual es la individualización basada en la severidad, el tipo de piel y la expectativa estética de cada paciente.

Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética

La implementación de estos nuevos protocolos exige al profesional una actualización continua y la incorporación de aparatología de última generación. Los tratamientos combinados LED + retinoides + peelings están siendo cada vez más ofertados en clínicas premium, mientras que centros de estética avanzada apuestan por protocolos de mantenimiento con prebióticos y peelings suaves.

El precio de los tratamientos combinados puede oscilar entre 80 y 200 euros por sesión, dependiendo de la tecnología y los productos empleados. La diferenciación de servicios mediante la personalización y la innovación tecnológica es una clara ventaja competitiva para los centros que apuestan por este nuevo enfoque.

Conclusiones

El cambio hacia terapias dirigidas y no antibióticas en el manejo del acné representa una tendencia sólida y creciente en la estética avanzada y medicina estética. Preservar el ecosistema cutáneo, reducir la resistencia bacteriana y ofrecer protocolos altamente personalizados son los pilares sobre los que se está construyendo el futuro del tratamiento del acné en entornos profesionales. La integración de aparatología avanzada, activos innovadores y nuevas estrategias de modulación del microbioma permitirá a clínicas y centros de estética ofrecer resultados más seguros, duraderos y adaptados a la demanda actual del mercado.

(Fuente: www.dermatologytimes.com)