Avances en tratamientos tópicos emergentes para la dermatitis atópica: claves para mejorar el abordaje profesional
**Introducción**
La dermatitis atópica (DA) constituye uno de los retos más frecuentes y complejos en la práctica diaria de los profesionales de la estética avanzada y la dermatología clínica. La elevada prevalencia, la cronicidad, el impacto en la calidad de vida y la variabilidad de la respuesta a los tratamientos convencionales han impulsado la investigación y el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas tópicas. En este contexto, el Dr. Adam Friedman, MD, FAAD, reconocido dermatólogo y referente internacional, ha compartido recientemente su visión sobre las principales novedades, estrategias prácticas y casos reales asociados a los tratamientos tópicos emergentes en DA, proporcionando claves de gran valor para profesionales y gestores de centros de estética y clínicas médico-estéticas.
**Novedad o Tratamiento**
En los últimos años, la investigación ha propiciado la aparición de una nueva generación de tratamientos tópicos para la dermatitis atópica, destacando moléculas de última generación como los inhibidores selectivos de la JAK (Janus quinasa) –ruxolitinib (Opzelura®), delgocitinib y tofacitinib–, así como moduladores tópicos de la fosfodiesterasa-4 (PDE4) como crisaborole (Eucrisa®), y formulaciones avanzadas de corticosteroides y calcineurínicos (pimecrolimus, tacrolimus). Estas soluciones, muchas de ellas ya disponibles o en fases avanzadas de aprobación en Europa, ofrecen nuevas posibilidades para el manejo de la DA leve a moderada y representan una alternativa a los corticoides tópicos tradicionales.
**Características Técnicas**
El ruxolitinib crema al 1,5% constituye uno de los últimos avances aprobados por la FDA (2021) y la EMA. Su mecanismo de acción se centra en la inhibición de la vía JAK-STAT, bloqueando la señalización de citoquinas proinflamatorias clave en la DA. La formulación en crema permite una absorción localizada y minimiza el riesgo de efectos adversos sistémicos. Por su parte, crisaborole (2% ungüento) actúa inhibiendo la PDE4, lo que reduce la producción de mediadores inflamatorios. Ambos productos han sido desarrollados para el uso diario, en ciclos de varias semanas, y pueden emplearse tanto en adultos como en población pediátrica, ampliando el espectro de indicación para clínicas de estética que tratan desde adolescentes hasta adultos jóvenes.
**Innovaciones respecto a modelos anteriores**
Frente a los corticoides tópicos clásicos, estos tratamientos emergentes presentan una menor incidencia de efectos adversos locales como la atrofia cutánea, la despigmentación o el riesgo de absorción sistémica, lo que los convierte en opciones atractivas para zonas sensibles (cara, pliegues) y para tratamientos prolongados. Además, la especificidad molecular permite controlar síntomas como el picor y la inflamación sin interferir con la función barrera de la piel, facilitando la integración con otros protocolos de estética avanzada (hidratación intensiva, láser no ablativo, técnicas de bioestimulación).
**Evidencia y Estudios recientes**
El estudio TRuE-AD1 y TRuE-AD2 (Simpson et al., 2021) demostró la eficacia y seguridad del ruxolitinib tópico en pacientes con DA leve a moderada, mostrando tasas de respuesta IGA (Investigator’s Global Assessment) del 54-62% frente al 15% del grupo placebo tras 8 semanas de aplicación. En el caso de crisaborole, los ensayos del programa AD-301 y AD-302 (Paller et al., 2016) avalan su eficacia en la reducción del prurito y la inflamación en niños y adultos, con una tolerabilidad superior a los corticoides de baja potencia.
**Ventajas y Limitaciones**
Entre las principales ventajas destacan su perfil de seguridad, la idoneidad para uso crónico, la ausencia de limitaciones en zonas delicadas y la posibilidad de combinación con tratamientos complementarios. Sin embargo, presentan ciertas limitaciones: el precio elevado (Opzelura®: 90-130 € por tubo de 60g; Eucrisa®: 250-300 € por 60g, datos 2023), la disponibilidad restringida en algunos mercados europeos y la necesidad de formación específica para optimizar los protocolos de uso, ajustando frecuencia y duración según la severidad.
**Opinión de Expertos**
El Dr. Friedman destaca la importancia de individualizar el tratamiento en función del perfil del paciente y la localización de las lesiones, señalando que “los nuevos tópicos suponen un avance relevante, especialmente para pacientes insatisfechos con los corticoides o con DA en zonas sensibles”. Recomienda su uso en combinación con emolientes de última generación (con ceramidas, ácido hialurónico, niacinamida) y, en casos seleccionados, como coadyuvantes de terapias con luz LED, láser fraccional o radiofrecuencia, siempre bajo control profesional.
**Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética**
Para los centros de estética avanzada, la incorporación de estos tratamientos ofrece la posibilidad de ampliar la cartera de servicios, mejorando la fidelización de pacientes con DA leve-moderada y permitiendo el diseño de protocolos personalizados. Es recomendable establecer alianzas con laboratorios líderes (Incyte, Pfizer, Leo Pharma) y formar al personal en la identificación de candidatos, seguimiento de la eficacia y manejo de posibles irritaciones transitorias. La tendencia actual apunta a la integración de técnicas de hidratación profunda, peelings suaves y fototerapia LED como complementos sinérgicos.
**Conclusiones**
El avance en tratamientos tópicos emergentes para la dermatitis atópica representa una oportunidad para los profesionales de la estética avanzada, permitiendo un abordaje más seguro, eficaz y adaptado a las necesidades reales de los pacientes. La formación continua, la actualización de protocolos y la colaboración interprofesional serán claves para maximizar los beneficios de estas nuevas alternativas y posicionar a los centros y clínicas a la vanguardia del cuidado cutáneo.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)