Avances en biológicos y tratamientos sistémicos transforman el abordaje profesional de la psoriasis
Introducción
La psoriasis es una patología inflamatoria crónica de la piel que afecta a un alto porcentaje de la población adulta en España y Europa. Para los profesionales de la estética avanzada y la medicina estética, la gestión de pacientes con psoriasis representa un desafío técnico que ha evolucionado significativamente en la última década. Los avances recientes en terapias biológicas y tratamientos sistémicos han redefinido las posibilidades de mejora cutánea, permitiendo no solo el control de las manifestaciones dérmicas, sino también la prevención de complicaciones articulares asociadas.
Novedad o Tratamiento
En los últimos años, el desarrollo de medicamentos biológicos de última generación, junto con la optimización de tratamientos sistémicos clásicos, ha permitido alcanzar niveles de eficacia y seguridad inéditos en el manejo de la psoriasis. Entre los biológicos más empleados en la actualidad destacan secukinumab, ixekizumab, guselkumab, risankizumab y adalimumab, todos ellos aprobados para el tratamiento de la psoriasis moderada a grave. Por otro lado, los tratamientos sistémicos clásicos como metotrexato, ciclosporina o acitretina continúan utilizándose con protocolos mejorados y mayor personalización.
Características Técnicas
Los medicamentos biológicos son proteínas diseñadas para bloquear específicamente ciertas moléculas implicadas en la inflamación psoriásica, como las interleucinas IL-17, IL-23 e IL-12/23. Por ejemplo, secukinumab y ixekizumab actúan inhibiendo IL-17A, mientras que guselkumab y risankizumab inhiben la vía de IL-23. Estas moléculas se administran generalmente por vía subcutánea, con frecuencias de administración que van desde una vez a la semana hasta una vez cada dos o tres meses, dependiendo del fármaco y el protocolo.
En cuanto a los tratamientos sistémicos convencionales, el metotrexato se administra por vía oral o subcutánea una vez por semana, la ciclosporina por vía oral diaria y la acitretina, también oral, se emplea especialmente en formas pustulosas o eritrodérmicas.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
La gran innovación de los biológicos frente a los tratamientos tradicionales radica en su alta especificidad, lo que reduce significativamente los efectos secundarios sistémicos y mejora el perfil de seguridad a largo plazo. Los tratamientos sistémicos convencionales, aunque eficaces, están asociados a toxicidad hepática, renal o hematológica, que requiere monitorización estricta. Los biológicos, en cambio, han demostrado supresión selectiva de las dianas inflamatorias, permitiendo la obtención de piel casi o completamente libre de lesiones (alcanzando PASI 90-100 en un elevado porcentaje de pacientes) y minimizando la necesidad de controles analíticos frecuentes.
Evidencia y estudios recientes
El estudio CLEAR (2016), publicado en el “Journal of the American Academy of Dermatology”, comparó el efecto de secukinumab frente a ustekinumab en pacientes con psoriasis moderada a grave, demostrando que el 79% de los pacientes tratados con secukinumab alcanzaron un aclaramiento del 90% de las lesiones a las 16 semanas, frente al 57% en el grupo de ustekinumab. Diversos metaanálisis recientes han confirmado la superioridad de los inhibidores de IL-17 e IL-23 sobre los biológicos anti-TNF y los sistémicos clásicos en cuanto a eficacia y rapidez de respuesta, así como una menor incidencia de efectos adversos graves.
Ventajas y limitaciones
Las principales ventajas de los biológicos son su eficacia superior, rapidez de acción, mantenimiento del aclaramiento cutáneo a largo plazo y perfil de seguridad favorable. Además, se ha demostrado que estos tratamientos previenen la progresión del daño articular en formas de artritis psoriásica. Entre las limitaciones destacan el elevado coste (con precios que pueden superar los 10.000-15.000 euros por paciente y año), la necesidad de administración parenteral y el acceso restringido en sistemas sanitarios con recursos limitados.
Por su parte, los tratamientos sistémicos tradicionales siguen siendo una alternativa válida en pacientes con contraindicaciones para biológicos, aunque con limitaciones por efectos secundarios y menores tasas de respuesta completa.
Opinión de expertos
Dermatólogos y especialistas en medicina estética coinciden en que los biológicos han supuesto un cambio de paradigma en la gestión de la psoriasis. El Dr. Pedro Jaén, referente en dermatología en España, destaca que “la disponibilidad de biológicos ha permitido objetivos terapéuticos impensables hace apenas una década, con pacientes que alcanzan una piel completamente limpia y una notable mejora en su calidad de vida”.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
Para los centros de estética avanzada, la colaboración interdisciplinar con dermatología resulta clave en el manejo de pacientes con psoriasis. El conocimiento actualizado sobre biológicos y sistémicos permite adaptar tratamientos complementarios como la aparatología láser, la radiofrecuencia, la luz pulsada intensa (IPL) o la microdermoabrasión, siempre bajo protocolos personalizados y evitando procedimientos agresivos durante los brotes.
Marcas líderes como Novartis (secukinumab), Lilly (ixekizumab) y Janssen (guselkumab) están presentes en el mercado europeo, y la tendencia apunta a la introducción de biosimilares que podrían reducir costes y ampliar el acceso. La formación continua del personal y la actualización en protocolos son esenciales para ofrecer un abordaje seguro y efectivo.
Conclusiones
El avance de los medicamentos biológicos y la optimización de terapias sistémicas han revolucionado el tratamiento de la psoriasis, permitiendo que profesionales de la estética avanzada y la medicina estética puedan abordar esta patología con resultados óptimos y mayor seguridad. La integración de estos avances en los protocolos de los centros supone una ventaja competitiva y una oportunidad de mejora significativa en la calidad de vida de los pacientes. El futuro apunta a una mayor personalización, acceso a biosimilares y combinación de tratamientos médicos y tecnológicos.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)