Opciones biológicas avanzadas para el manejo de la psoriasis moderada-grave en pacientes mayores
Introducción
El tratamiento de la psoriasis moderada a grave en pacientes de edad avanzada representa un reto creciente en el entorno de la estética avanzada y la medicina estética. El abordaje de esta patología cutánea crónica requiere protocolos individualizados, especialmente cuando se consideran terapias biológicas. La reciente mesa redonda de Dermatology Times, liderada por el Dr. David Cotter, MD, PhD, ha puesto de manifiesto nuevas consideraciones clínicas y técnicas en el manejo de estos pacientes, que resultan de especial interés para profesionales y gestores de clínicas médico-estéticas y centros de estética avanzada.
Novedad o Tratamiento
Las terapias biológicas han supuesto una revolución en el control de la psoriasis en placas de moderada a grave. Entre las opciones más actuales destacan inhibidores de interleuquinas como secukinumab (Cosentyx®, inhibidor de IL-17A), ixekizumab (Taltz®, inhibidor de IL-17A), guselkumab (Tremfya®, inhibidor de IL-23) y risankizumab (Skyrizi®, inhibidor de IL-23), así como ustekinumab (Stelara®, inhibidor de IL-12/23). Estos agentes han demostrado eficacia superior a los tratamientos sistémicos tradicionales como metotrexato o ciclosporina, con un perfil de seguridad más favorable, especialmente relevante en pacientes de edad avanzada.
Características Técnicas
Los biológicos empleados en la psoriasis actúan sobre dianas inmunológicas específicas, bloqueando de forma selectiva citocinas clave en la patogénesis de la enfermedad. Su administración suele ser subcutánea, con pautas que varían entre una vez cada 2 semanas y una vez cada 12 semanas, dependiendo del fármaco. Por ejemplo, secukinumab se administra con una dosis de inducción semanal durante el primer mes, seguido de mantenimiento mensual, mientras que risankizumab requiere inyecciones cada 12 semanas tras la fase inicial.
Desde el punto de vista práctico, estos tratamientos requieren monitorización periódica de parámetros analíticos básicos y cribado previo de infecciones latentes (como tuberculosis). Las clínicas y centros de estética avanzada deben contar con protocolos internos para la derivación y seguimiento conjunto con dermatología en estos pacientes.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
A diferencia de los tratamientos sistémicos clásicos, los biológicos minimizan la toxicidad hepática y renal, no presentan interacciones farmacológicas significativas y no requieren ajustes en función de la edad o el peso del paciente. Los nuevos inhibidores de IL-23, como guselkumab y risankizumab, representan una mejora frente a biológicos previos en cuanto a facilidad de uso (menor frecuencia de administración) y perfil de seguridad, especialmente en pacientes polimedicados o con comorbilidades frecuentes en la población mayor.
Evidencia y Estudios recientes
La evidencia sobre la seguridad y eficacia de los biológicos en pacientes mayores se ha incrementado notablemente. Un estudio multicéntrico publicado en 2022 en *Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology* (J Eur Acad Dermatol Venereol. 2022;36(3):e187-e189) reportó respuestas PASI 75 superiores al 80% y ausencia de eventos adversos graves en pacientes mayores de 65 años tratados con inhibidores de IL-17 y IL-23. Además, los datos de vida real muestran tasas de persistencia superiores a 18 meses y mejoría significativa en calidad de vida.
Ventajas y Limitaciones
Entre las ventajas más destacadas para el entorno profesional se encuentran la alta eficacia sostenida, la rápida mejoría sintomática y la reducción de riesgos asociados a tratamientos convencionales. El coste, que puede oscilar entre 8.000 y 15.000 euros anuales por paciente, es una limitación relevante, especialmente en centros privados. Otra consideración es la necesidad de formación continua para el personal sanitario en la identificación y manejo de potenciales infecciones o eventos adversos poco frecuentes, así como la coordinación interprofesional con dermatología.
Opinión de Expertos
El Dr. Cotter y otros expertos consideran que los biológicos de última generación representan la opción preferente en pacientes mayores con psoriasis moderada-grave, siempre que se realice un cribado adecuado y se monitorice de forma protocolizada. Recomiendan individualizar la selección del biológico en función del perfil del paciente, comorbilidades asociadas y preferencias respecto a la frecuencia de administración.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
En el contexto actual, es fundamental que los centros y clínicas de estética avanzada cuenten con protocolos claros de derivación y seguimiento para pacientes candidatos a biológicos. Los profesionales deben estar capacitados para identificar pacientes refractarios a tratamientos tópicos o fototerapia, y coordinarse con especialistas en dermatología para la instauración y monitorización de estas terapias. La tendencia del mercado apunta a una mayor integración del manejo multidisciplinar, con herramientas digitales que faciliten el seguimiento remoto y la adherencia al tratamiento.
Conclusiones
El manejo de la psoriasis moderada-grave en pacientes mayores se beneficia de los avances en terapias biológicas, que ofrecen una alternativa eficaz y segura frente a los tratamientos convencionales. La correcta selección del agente biológico, la monitorización protocolizada y la coordinación entre profesionales son claves para optimizar resultados en el entorno de la estética avanzada. La formación continua y la actualización en evidencia científica son imprescindibles para mantener la excelencia en la atención a este perfil de paciente en continuo crecimiento.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)