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Nuevos avances en el uso de corticoides e inhibidores JAK tras trasplante NCES para el manejo del vitíligo

Introducción
El vitíligo, una de las alteraciones pigmentarias más consultadas en clínicas médico-estéticas y centros dermatológicos, supone un reto tanto en la restauración de la pigmentación como en la satisfacción del paciente. Las terapias avanzadas han evolucionado significativamente, y la combinación de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas con agentes moduladores de la respuesta inmune está marcando tendencia en el abordaje profesional de esta patología estética. Recientes hallazgos científicos han puesto el foco en la eficacia de los corticoides tópicos y orales, así como de los inhibidores de la vía JAK (Janus Kinasa), administrados tras el trasplante de células epidérmicas no cultivadas (NCES, por sus siglas en inglés), en la mejora de la repigmentación del vitíligo estable.

Novedad o Tratamiento
El trasplante de células epidérmicas no cultivadas (NCES) se ha consolidado como una de las técnicas quirúrgicas más eficaces para la repigmentación en pacientes con vitíligo estable, especialmente en lesiones refractarias a tratamientos convencionales. La novedad reside en la adición, en el postoperatorio inmediato y mediato, de corticoides e inhibidores JAK como adyuvantes farmacológicos para potenciar el efecto repigmentante y mejorar la tasa de éxito del injerto celular.

Características Técnicas
El procedimiento de trasplante NCES implica la obtención de una pequeña muestra de piel sana del propio paciente, generalmente de la zona glútea o muslo, que se procesa enzimáticamente para aislar células epidérmicas viables, principalmente queratinocitos y melanocitos. Esta suspensión celular se aplica sobre la zona despigmentada, previamente preparada mediante dermoabrasión mecánica, láser fraccionado de CO₂ (como Lumenis UltraPulse® o Alma Pixel CO₂®) o radiofrecuencia ablativa fraccionada.

Tras el trasplante, los protocolos recientes recomiendan el uso de corticosteroides tópicos (como clobetasol propionato al 0,05%) o sistémicos en pulsos cortos, junto con inhibidores tópicos de la vía JAK, como el ruxolitinib crema al 1,5% (marca Opzelura™), para modular la respuesta inflamatoria y prevenir la destrucción autoinmune de los melanocitos trasplantados.

Innovaciones respecto a modelos anteriores
Tradicionalmente, el tratamiento post-trasplante se limitaba a fototerapia con UVB de banda estrecha (NB-UVB), con protocolos de 2-3 sesiones semanales durante 3-6 meses. Sin embargo, la integración de corticoides e inhibidores JAK representa un cambio de paradigma, permitiendo una mayor supervivencia de los melanocitos injertados y un inicio más temprano de la repigmentación. Además, los dispositivos de dermoabrasión y láser actuales mejoran la uniformidad del lecho receptor, lo que, unido a los nuevos agentes farmacológicos, se traduce en mejores resultados estéticos en menos tiempo.

Evidencia y Estudios recientes
Un estudio prospectivo publicado en 2023 en el Journal of Cosmetic Dermatology evaluó a 60 pacientes con vitíligo estable sometidos a NCES. El grupo que recibió tratamiento adyuvante con corticoides tópicos y ruxolitinib demostró una tasa de repigmentación superior al 75% en el 68% de los casos, frente al 45% en el grupo que solo recibió fototerapia NB-UVB. Los autores concluyeron que la combinación farmacológica postoperatoria incrementa significativamente la eficacia del trasplante celular, con un perfil de seguridad aceptable en el contexto del manejo estético.

Ventajas y Limitaciones
Las principales ventajas de este enfoque incluyen una mayor tasa de repigmentación homogénea, reducción del tiempo de recuperación y disminución de la recurrencia de las lesiones despigmentadas. No obstante, existen limitaciones: el coste elevado de los inhibidores JAK (ruxolitinib crema puede superar los 500-700 € por envase), la necesidad de formación específica para el manejo de dispositivos de dermoabrasión y la estricta selección de pacientes (vitíligo estable, sin actividad inflamatoria reciente).

Opinión de Expertos
Dermatólogos y médicos estéticos consultados destacan que la integración de corticoides e inhibidores JAK post-NCES abre una nueva vía terapéutica para pacientes no respondedores a terapias tradicionales. “El correcto protocolo postoperatorio es tan importante como la técnica quirúrgica, y la personalización del tratamiento farmacológico puede marcar la diferencia en los resultados a largo plazo”, señala la Dra. Elena Jiménez, especialista en dermatología estética.

Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
La demanda de soluciones eficaces y duraderas para el vitíligo está en aumento, y la implantación del trasplante NCES con adyuvantes inmunomoduladores es una oportunidad de diferenciación para clínicas avanzadas. Se recomienda la inversión en aparatología de dermoabrasión fraccionada y formación en protocolos combinados. Además, la monitorización digital del progreso (con sistemas como VISIA® o FotoFinder®) permite objetivar los resultados y mejorar la satisfacción del paciente.

Conclusiones
La combinación de trasplante de células epidérmicas no cultivadas y la administración controlada de corticoides e inhibidores JAK representa un avance significativo en el tratamiento del vitíligo en el entorno de la estética avanzada. Este enfoque multidisciplinar, avalado por la evidencia científica más reciente, ofrece mejores tasas de repigmentación y una nueva perspectiva de abordaje para profesionales que buscan soluciones personalizadas y eficaces en el tratamiento de alteraciones pigmentarias.

(Fuente: www.dermatologytimes.com)