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Nuevas evidencias sobre la psoriasis localizada: impacto clínico y retos en el abordaje profesional

Introducción

En el ámbito de la medicina estética y la dermatología avanzada, la psoriasis se ha considerado tradicionalmente una patología con impacto proporcional a la extensión corporal afectada, medida por el porcentaje de superficie corporal (BSA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, estudios recientes han puesto en cuestión este paradigma, revelando que incluso los pacientes con psoriasis localizada y bajo porcentaje de superficie corporal afectada pueden sufrir una carga significativa de la enfermedad. Esta nueva perspectiva obliga a los profesionales del sector a replantear los criterios de evaluación y tratamiento, especialmente en el contexto de la estética avanzada y la medicina estética, donde el bienestar global del paciente y la mejora de la calidad de vida son prioritarios.

Novedad o Tratamiento

La principal novedad radica en el reconocimiento y cuantificación del impacto clínico, psicológico y social que experimentan los pacientes con psoriasis limitada pero localizada en áreas sensibles o visibles como cuero cabelludo, rostro, manos o genitales. Tradicionalmente, los criterios de tratamiento sistémico y acceso a terapias avanzadas, como los biológicos, se han basado en el BSA (habitualmente >10% de la superficie corporal). Sin embargo, las nuevas evidencias sugieren que incluso con un BSA <5%, la calidad de vida puede verse gravemente comprometida, requiriendo una actualización de protocolos y criterios de selección terapéutica en clínicas y centros de estética avanzada.

Características Técnicas

En la práctica profesional, la evaluación de la psoriasis se realiza mediante herramientas objetivas como el BSA, el Índice de Gravedad y Área de Psoriasis (PASI) y el Índice de Calidad de Vida Dermatológica (DLQI). Las tecnologías de imagen digital de alta resolución y software de análisis cutáneo, como VISIA® Skin Analysis y FotoFinder®, permiten documentar de manera precisa la extensión y localización de las placas. En cuanto a tratamientos, se emplean dispositivos de fototerapia UVB de banda estrecha, láser excimer (308 nm), y nuevos sistemas de administración tópica como microagujas o micropulsos para mejorar la penetración de principios activos (calcipotriol, betametasona, tazaroteno, etc.).

Innovaciones respecto a modelos anteriores

La innovación clave es la integración del impacto subjetivo y localización de las lesiones en la toma de decisiones clínicas. Se está promoviendo el uso de escalas modificadas, como el PASI modificado para áreas sensibles y el DLQI adaptado. Además, los nuevos dispositivos láser, como el XTRAC® excimer y el Pharos® excimer, permiten tratar de forma selectiva placas localizadas, minimizando efectos secundarios y maximizando la eficacia en lesiones resistentes. Los protocolos combinados de terapia tópica potenciada con luz (calcipotriol + UVB) han demostrado mejores resultados en lesiones localizadas.

Evidencia y Estudios recientes

Un estudio destacado publicado en 2022 en la revista *Journal of the American Academy of Dermatology* (JAAD) demostró que el 30% de los pacientes con BSA <5% alcanzaban valores DLQI superiores a 10, indicando un impacto severo en la calidad de vida, especialmente en placas localizadas en zonas visibles o funcionalmente delicadas. Otra revisión sistemática (JAMA Dermatology, 2023) subraya que el abordaje terapéutico debe individualizarse, y que los criterios puramente cuantitativos de BSA resultan insuficientes para guiar la elección de terapias avanzadas.

Ventajas y Limitaciones

Entre las ventajas de este enfoque se encuentra la posibilidad de personalizar los protocolos terapéuticos, optimizando la satisfacción del paciente y los resultados estéticos. El uso de tecnologías selectivas permite minimizar la exposición sistémica y los efectos secundarios, lo que resulta especialmente relevante en centros de estética avanzada que buscan maximizar la seguridad y eficacia. Como limitación, la ampliación de criterios puede aumentar la demanda de tratamientos avanzados, con implicaciones económicas y de gestión de recursos en clínicas privadas.

Opinión de Expertos

Referentes como la Dra. Marta García, especialista en dermatología estética, señalan que “la implicación funcional y emocional de placas pequeñas, pero altamente visibles, justifica el uso de terapias avanzadas en pacientes con bajo BSA”. Por su parte, el Dr. Juan López, director médico de una clínica de medicina estética en Madrid, destaca que “la tendencia actual es considerar el impacto individual y no solo el área afectada, lo que exige un cambio en la gestión y formación del personal”.

Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética

Para los profesionales, esta actualización implica revisar los protocolos de valoración inicial, incorporando escalas de calidad de vida y localización estratégica de lesiones en la historia clínica. Los centros deben invertir en tecnologías de fototerapia localizada y dispositivos láser selectivos, con precios de equipos como XTRAC® en torno a 25.000-40.000 €, y considerar la introducción de protocolos combinados para placas resistentes. Además, la formación en técnicas de administración tópica avanzada y la coordinación con dermatólogos para la derivación de casos complejos se presentan como tendencias en auge.

Conclusiones

La nueva evidencia sobre el impacto de la psoriasis localizada, independientemente del BSA, representa un cambio de paradigma para el sector de la estética avanzada y la medicina estética. Los profesionales deben actualizar sus criterios de evaluación y tratamiento, apostar por tecnologías selectivas y personalizar la atención para optimizar los resultados y la satisfacción del paciente. La integración de la calidad de vida como criterio fundamental marca el camino hacia una medicina estética más precisa, humana y adaptada a las necesidades reales de los pacientes.

(Fuente: www.dermatologytimes.com)