La textura de los protectores solares: un reto clave para su uso diario en estética avanzada
Introducción
El uso diario de protector solar es una de las recomendaciones más reiteradas por los profesionales de la estética avanzada y la medicina estética para preservar la salud cutánea y ralentizar el envejecimiento prematuro. Sin embargo, según investigaciones recientes, la textura de los fotoprotectores sigue siendo un obstáculo significativo para la adherencia del cliente, incluso en el ámbito profesional. Más de una cuarta parte de la población británica evita aplicarse protector solar debido a la sensación que deja en la piel, una tendencia que también se observa en clientes de centros de estética y clínicas médico-estéticas en España y Europa.
Novedad o Tratamiento
El concepto de fotoprotección ha evolucionado sustancialmente en los últimos años, dejando atrás las fórmulas espesas, blanquecinas y de absorción lenta. Hoy, los laboratorios líderes del sector —como ISDIN, Heliocare (Cantabria Labs), Bioderma, La Roche-Posay y SkinCeuticals— han lanzado formulaciones con texturas ultraligeras, geles acuosos, sprays invisibles y fluidos adaptados a diferentes tipos de piel. No obstante, el rechazo sensorial persiste como una barrera, afectando tanto a la recomendación profesional como a la fidelización de protocolos de fotoprotección en cabina y domicilio.
Características Técnicas
Las innovaciones actuales en protectores solares profesionales destacan por el uso de filtros físicos (óxido de zinc, dióxido de titanio) y químicos (Tinosorb S, Mexoryl XL), combinados con antioxidantes como la vitamina E, la niacinamida y el ácido ferúlico. Las texturas han avanzado hacia emulsiones oil-free, geles secos, fórmulas en mousse y brumas faciales, con acabados mate o satinados diseñados para minimizar el residuo graso y la sensación pesada. Algunos ejemplos de última generación incluyen:
– ISDIN Fusion Water: textura acuosa, acabado invisible, SPF 50+, apto para pieles sensibles.
– Heliocare 360º Gel Oil-Free: tecnología Fernblock®, acción antioxidante y textura no comedogénica.
– La Roche-Posay Anthelios Shaka Fluide: tecnología Netlock, textura ultraligera resistente al agua y sudor.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
Frente a los protectores solares tradicionales, las fórmulas actuales han reducido significativamente el tamaño de partícula de los filtros físicos, logrando productos mucho menos perceptibles al tacto y sin efecto blanqueante. La incorporación de sistemas de encapsulación y liberación progresiva permite una mayor estabilidad y uniformidad en la aplicación. Tecnologías como Netlock (La Roche-Posay) o Fernblock® (Heliocare) han optimizado la protección frente a la radiación UVA, UVB, luz visible y luz azul, sin comprometer la sensorialidad.
Evidencia y Estudios recientes
Un estudio publicado en el British Journal of Dermatology en 2022 demostró que las texturas ligeras y de rápida absorción incrementan en un 37% la adherencia al uso diario de protector solar en adultos jóvenes. Por otro lado, un informe de Mintel (2023) confirma que el 28% de los consumidores británicos prioriza la hidratación sobre la protección solar, subrayando la necesidad de desarrollar texturas que integren ambas funciones.
Ventajas y Limitaciones
Las nuevas texturas permiten una reaplicación cómoda, incluso sobre maquillaje, y favorecen la tolerancia en pieles grasas o con tendencia acneica. Sin embargo, algunos profesionales refieren que las fórmulas ultraligeras pueden resultar insuficientes en condiciones de exposición extrema o en fototipos altos, donde se requiere una mayor densidad de filtro.
Opinión de Expertos
Dra. Carmen Sánchez, médico estético y formadora en fotoprotección avanzada, señala: “La experiencia sensorial determina la continuidad del tratamiento. Si el producto resulta pesado o deja residuo, el paciente abandona el protocolo, por lo que la elección de la textura es tan importante como el SPF”.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
En los centros de estética avanzada, la recomendación de un fotoprotector adecuado debe estar integrada en todos los protocolos post-tratamiento, especialmente tras procedimientos de fototerapia, peelings o microagujas. Los profesionales pueden optar por formatos en bruma o gel para facilitar la reaplicación durante la jornada, y aconsejar fórmulas hidratantes con SPF incorporado para fomentar el uso diario. El ticket medio de estos productos en el canal profesional oscila entre los 22 € y los 45 €, dependiendo de la marca y la innovación de la fórmula.
Conclusiones
La textura sigue siendo un factor crítico en la aceptación y continuidad del uso de protectores solares, tanto en el canal profesional como en el autocuidado domiciliario. La selección adecuada de texturas y formatos, junto con la formación del cliente, es clave para aumentar la adherencia y potenciar los resultados de cualquier tratamiento estético avanzado. Las tendencias apuntan hacia protectores solares multifunción, con acabados imperceptibles, que integren hidratación, protección antioxidante y sensorialidad óptima.
(Fuente: aestheticmed.co.uk)