Katie Price vuelve a someterse a nuevos retoques estéticos: advertencias sobre los riesgos de la adicción a la cirugía y el turismo quirúrgico
Introducción
La figura pública Katie Price ha vuelto a acaparar titulares tras someterse a nuevas intervenciones estéticas, una situación que reabre el debate profesional sobre los riesgos asociados a la reiteración de procedimientos quirúrgicos y la tendencia creciente hacia el turismo de cirugía estética. Gerard Lambe, cirujano reputado y miembro de la British Association of Aesthetic Plastic Surgeons (BAAPS), ha subrayado recientemente los peligros vinculados a la adicción a la cirugía y la búsqueda de tratamientos en el extranjero, cuestiones de máxima relevancia para los profesionales y gestores del sector de la estética avanzada.
Novedad o Tratamiento
El caso de Katie Price, quien ha manifestado públicamente su afición por las intervenciones estéticas –incluyendo múltiples rinoplastias, lifting facial, aumento mamario y remodelación corporal mediante liposucción–, sirve como ejemplo paradigmático del fenómeno de “surgery addiction” o adicción a las cirugías. Este fenómeno ha sido identificado por múltiples especialistas como una problemática creciente en el sector, especialmente entre pacientes que buscan resultados rápidos y continuos, a menudo recurriendo a clínicas fuera de su país de residencia.
Características Técnicas
Entre los procedimientos más demandados por pacientes que recurren a múltiples intervenciones destacan la mamoplastia de aumento (utilizando implantes de marcas como Motiva o Mentor, con precios de 4.000 a 7.000 €), la liposucción asistida por láser (tecnologías como SmartLipo o VASER, con costes entre 2.500 y 6.000 € según zonas), y el lifting facial quirúrgico (empleando técnicas como SMAS o MACS Lift, con tarifas de 5.000 a 10.000 € en función del alcance). Las clínicas que ofrecen estos tratamientos suelen utilizar aparatología avanzada, pero la calidad y la seguridad pueden variar considerablemente, especialmente en el ámbito del turismo médico.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
En los últimos años, la aparatología y las técnicas de cirugía estética han evolucionado notablemente. Tecnologías mínimamente invasivas como la radiofrecuencia fraccionada (Morpheus8 de InMode), la liposucción asistida por ultrasonidos (VASER) y los hilos tensores de última generación (Silhouette Soft, Aptos) han permitido optimizar resultados y reducir tiempos de recuperación. Sin embargo, en el contexto de la cirugía reiterada, el riesgo de complicaciones como fibrosis, necrosis tisular o alteraciones vasculares se incrementa, especialmente cuando los procedimientos se realizan en centros con escaso control de calidad o por profesionales no acreditados.
Evidencia y Estudios recientes
Un estudio publicado en 2021 en la revista “Aesthetic Surgery Journal” analizó los riesgos asociados a la repetición de procedimientos estéticos, concluyendo que los pacientes sometidos a más de tres cirugías mayores en un periodo inferior a cinco años presentan un 35% más de complicaciones postoperatorias (Smith et al., 2021). En el ámbito del turismo estético, un informe de la BAAPS (2022) destaca un aumento del 44% en complicaciones tratadas en Reino Unido tras intervenciones realizadas en el extranjero, principalmente infecciones, seromas y resultados asimétricos.
Ventajas y Limitaciones
Si bien la aparatología avanzada y las técnicas quirúrgicas de última generación permiten resultados más naturales y periodos de recuperación más cortos, la reiteración de intervenciones incrementa riesgos como dehiscencia de heridas, infecciones, fibrosis o pérdida de sensibilidad. El turismo médico puede abaratar costes (un aumento mamario en Turquía puede costar en torno a 2.500 € frente a los 5.500 € en España), pero a expensas de controles de calidad, seguimiento postoperatorio y garantías legales.
Opinión de Expertos
Gerard Lambe y otros referentes del sector insisten en la necesidad de valorar la salud mental del paciente, establecer protocolos de consentimiento informado exhaustivos y limitar la reiteración de procedimientos sin indicación clínica clara. Además, recomiendan priorizar la aparatología certificada (FDA, CE), la formación continuada del personal y la transparencia en la comunicación de riesgos.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
Para los profesionales y propietarios de clínicas, resulta esencial implementar protocolos de valoración psicológica, limitar el acceso a intervenciones reiteradas sin justificación, y establecer alianzas con marcas de referencia y proveedores de aparatología de alta gama. Se recomienda también la formación en técnicas mínimamente invasivas y el seguimiento a medio-largo plazo de los pacientes, especialmente en casos con historial de múltiples intervenciones.
Conclusiones
La tendencia al alza de la adicción a la cirugía y el turismo estético plantea desafíos específicos para el sector profesional. La formación en valoración integral del paciente, la adopción de tecnologías seguras y la comunicación transparente son claves para mitigar riesgos y preservar la reputación de las clínicas y centros de estética avanzada.
(Fuente: aestheticmed.co.uk)