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El incremento del precio de los fotoprotectores: un reto para la estética avanzada

Introducción

En el ámbito de la estética avanzada y la medicina estética, la fotoprotección es un pilar fundamental tanto en protocolos preventivos como en tratamientos post-procedimiento. Aunque existe la percepción generalizada de que el uso de protectores solares se limita a la temporada estival, la evidencia científica y la práctica clínica demuestran que la protección solar debe mantenerse durante todo el año, especialmente en pacientes sometidos a procedimientos de rejuvenecimiento cutáneo, peelings químicos, láser o microagujas. Sin embargo, la reciente escalada en los precios de los fotoprotectores de alta gama está generando preocupación entre profesionales y clientes, quienes se cuestionan si el coste de estos productos está alcanzando niveles insostenibles.

Novedad o Tratamiento

La fotoprotección tópica, basada en la aplicación regular de cremas o fluidos con factor de protección solar (FPS o SPF), constituye la primera línea de defensa frente al fotoenvejecimiento, la hiperpigmentación y los daños inducidos por la radiación ultravioleta (UV) y la luz visible. En los últimos años, las formulaciones han evolucionado desde protectores solares convencionales hacia productos multifuncionales: protectores solares antioxidantes, con ingredientes antiinflamatorios, texturas ultraligeras, fórmulas oil-free y combinaciones que incluyen activos como niacinamida, ácido hialurónico o péptidos biomiméticos.

Características Técnicas

Los fotoprotectores de grado profesional suelen incorporar filtros físicos (óxido de zinc, dióxido de titanio), filtros químicos de última generación (Tinosorb S, Mexoryl XL, Uvinul A Plus) y, en algunos casos, filtros biológicos como extracto de Polypodium leucotomos. La mayoría de las marcas líderes ofrecen productos con SPF 30, 50 y 50+, asegurando una protección de amplio espectro frente a UVB, UVA, luz azul y rayos infrarrojos.

El formato habitual en clínicas y centros de estética abarca desde emulsiones y geles oil-free hasta sticks y brumas faciales, adecuados para todo tipo de pieles, incluidas las sensibles y las sometidas a procedimientos médico-estéticos. Entre las marcas más reconocidas en el sector profesional destacan Heliocare (Cantabria Labs), ISDIN, La Roche-Posay (Anthelios), Bioderma (Photoderm) y Mesoestetic (Mesoprotech).

Innovaciones respecto a modelos anteriores

La innovación reciente ha permitido la obtención de texturas no comedogénicas, resistentes al agua y al sudor, con rápida absorción y acabado invisible, lo que facilita la reaplicación frecuente, incluso sobre maquillaje. Algunas fórmulas actuales incorporan antioxidantes de alta potencia (vitamina C, E, ferúlico) y activos reparadores del ADN (fotoliasa encapsulada en liposomas, como en Heliocare 360º). Esto supone una mejora significativa respecto a las generaciones anteriores, que solían dejar residuos visibles o provocar sensación grasa.

Otra tendencia relevante es el auge de los protectores solares “con color”, que ofrecen protección añadida frente a la luz visible y la contaminación ambiental, y resultan idóneos para pacientes con melasma o tras tratamientos despigmentantes.

Evidencia y Estudios recientes

Diversos estudios respaldan el uso continuado de fotoprotectores durante todo el año. Un metaanálisis publicado en 2022 en *Journal of Cosmetic Dermatology* concluyó que el uso diario de SPF 30+ reduce significativamente la formación de arrugas finas y manchas solares en pacientes expuestos tanto a radiación UV como a luz visible, incluso en meses de baja insolación. Además, la literatura científica reciente destaca la importancia de la fotoprotección en la prevención de hiperpigmentaciones postinflamatorias, especialmente tras procedimientos como láser fraccionado o peelings químicos.

Ventajas y Limitaciones

Entre las ventajas de los fotoprotectores actuales destacan la mayor tolerancia cutánea, la protección polivalente y la adecuación a diferentes fototipos y necesidades. Sin embargo, la principal limitación detectada en el entorno profesional es el incremento sostenido de precios: los fotoprotectores de referencia para uso profesional oscilan actualmente entre 25 y 45 euros por envase de 50 ml, frente a los 15-20 euros de hace cinco años. Esto dificulta la recomendación sistemática y la fidelización del paciente en protocolos de larga duración.

Opinión de Expertos

Dermatólogos y médicos estéticos consultados coinciden en que la inversión en fotoprotección sigue siendo prioritaria, pero alertan de que el encarecimiento puede propiciar el abandono o la sustitución por productos de menor calidad y menor espectro de protección. La Dra. Marta García, especialista en medicina estética, señala: “El aumento de precios obliga a afinar la recomendación personalizada y a buscar opciones que combinen protección solar con otros cuidados, para optimizar la inversión del paciente”.

Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética

En la práctica profesional, la fotoprotección es indispensable tras procedimientos de rejuvenecimiento, despigmentación o resurfacing cutáneo. Los protocolos actuales suelen incluir la aplicación inmediata de SPF 50+ tras el tratamiento y la entrega de muestras para uso domiciliario, así como la venta directa de productos adaptados a la tipología del paciente. El reto para las clínicas es equilibrar la excelencia en la recomendación con la accesibilidad económica, especialmente en tratamientos de varias sesiones o en programas de mantenimiento anual.

Conclusiones

La fotoprotección es, sin duda, un esencial permanente en la consulta de estética avanzada y medicina estética. Sin embargo, la tendencia alcista en el precio de los fotoprotectores de calidad plantea desafíos tanto para profesionales como para pacientes. La clave está en la selección rigurosa, la formación del personal y la comunicación clara sobre la importancia de la inversión en salud y belleza cutánea a largo plazo. Adaptar la oferta a las nuevas necesidades del mercado y buscar alianzas con laboratorios puede marcar la diferencia en la fidelización y en los resultados clínicos.

(Fuente: aestheticmed.co.uk)