Almirall impulsa un enfoque integral en dermatología incorporando el bienestar psicológico a través del índice WHO-5 en ensayos clínicos
Introducción
En el sector de la dermatología avanzada y la medicina estética, la evaluación de resultados se ha centrado históricamente en parámetros clínicos objetivos: mejoría de lesiones, reducción de inflamación, restauración de la barrera cutánea, y control de síntomas visibles. Sin embargo, la creciente evidencia científica y la demanda de un abordaje más humano han impulsado la integración de la salud mental y el bienestar subjetivo del paciente como variables clave en la valoración de la eficacia de tratamientos y tecnologías. Almirall, laboratorio farmacéutico de referencia en dermatología, ha dado un paso decisivo al incorporar el índice WHO-5 de bienestar psicológico en sus ensayos clínicos, estableciendo un nuevo estándar global en la investigación y práctica clínica estética.
Novedad: Bienestar Psicológico como Parámetro de Evaluación
La principal novedad impulsada por Almirall consiste en la integración sistemática del WHO-5 Well-Being Index, un cuestionario validado internacionalmente por la Organización Mundial de la Salud, como parte fundamental de la evaluación de resultados en ensayos clínicos dermatológicos. Tradicionalmente, estos estudios han priorizado indicadores físico-clínicos, como la puntuación PASI en psoriasis o el IGA en dermatitis atópica. Sin embargo, la inclusión del WHO-5 permite valorar el impacto real de los tratamientos en la calidad de vida y el bienestar emocional de los pacientes, aspectos de creciente relevancia en la medicina estética avanzada y la dermatología clínica.
Características Técnicas del WHO-5
El WHO-5 Well-Being Index es una escala breve, compuesta por cinco ítems, que evalúa el bienestar subjetivo durante las dos últimas semanas. Cada ítem se puntúa de 0 a 5, con un rango total de 0 a 25, donde puntuaciones más altas indican mayor bienestar. El cuestionario aborda aspectos como energía, estado de ánimo, interés, tranquilidad y satisfacción vital. Su administración es ágil y su interpretación sencilla, lo que lo convierte en una herramienta ideal para incorporar a los protocolos de seguimiento en clínicas de medicina estética, consultas dermatológicas y centros de estética avanzada.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
Frente a los cuestionarios clásicos orientados únicamente a parámetros dermatológicos (DLQI, Skindex-16), el WHO-5 introduce la perspectiva del bienestar emocional como indicador de resultados terapéuticos. Almirall ha sido pionera en su incorporación como variable primaria en estudios clínicos de nuevas moléculas y principios activos, como las terapias biológicas para psoriasis (tildrakizumab, secukinumab) o los nuevos inhibidores tópicos de la PDE-4 para dermatitis atópica. Esta innovación permite una valoración más holística del paciente, alineando la investigación con la tendencia global de la medicina centrada en la persona.
Evidencia y Estudios Recientes
Diversos estudios recientes avalan la validez y sensibilidad del WHO-5 en dermatología. Un metaanálisis publicado en 2021 en la revista «Dermatology and Therapy» analizó la implementación del WHO-5 en ensayos de psoriasis, demostrando su utilidad para detectar mejorías significativas en bienestar psicológico tras tratamientos efectivos. Asimismo, un estudio multicéntrico realizado en 2022 por la Universidad de Hamburgo evidenció que la puntuación WHO-5 correlaciona positivamente con la reducción de estigmatización y ansiedad en pacientes con patologías cutáneas crónicas sometidos a terapias avanzadas.
Ventajas y Limitaciones
Entre las ventajas de la adopción del WHO-5 destacan su brevedad, facilidad de aplicación y capacidad para captar cambios subjetivos relevantes no reflejados en parámetros estrictamente clínicos. Permite, además, comparar resultados entre diferentes técnicas, tecnologías (láser, radiofrecuencia, dispositivos de energía), principios activos y protocolos, facilitando la toma de decisiones basadas en resultados integrales.
Como limitación, el WHO-5 no es específico para dermatología y puede verse influido por factores externos a la piel. Por ello, su uso debe complementarse con escalas específicas y una correcta interpretación clínica.
Opinión de Expertos
Según la Dra. Beatriz García, dermatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal, “la introducción sistemática del WHO-5 en los ensayos clínicos y la práctica diaria permite identificar el verdadero impacto que las terapias y tecnologías tienen en la vida del paciente, más allá de la simple resolución de la lesión cutánea”.
Por su parte, expertos en medicina estética como el Dr. Javier Romero subrayan que “la satisfacción y fidelización del paciente en tratamientos como láser fraccional, microagujas o peelings médicos depende tanto del resultado visible como de la percepción subjetiva del bienestar”.
Aplicaciones Prácticas en Centros y Clínicas
Los profesionales y gerentes de clínicas médico-estéticas pueden implementar el WHO-5 como parte de sus protocolos de valoración inicial y seguimiento en tratamientos de rejuvenecimiento facial, terapias despigmentantes, abordaje de cicatrices, gestión de rosácea o acné, y cualquier procedimiento donde el bienestar del paciente sea un objetivo prioritario. Su uso aporta valor añadido y permite diferenciar el servicio, alineando la práctica estética con las tendencias internacionales de medicina basada en resultados globales.
Conclusiones
La iniciativa de Almirall de incorporar el índice WHO-5 como estándar en ensayos clínicos marca un punto de inflexión en el sector de la dermatología y la estética avanzada. Este enfoque holístico, que integra el bienestar emocional junto a la mejoría física, responde a las demandas actuales del sector y ofrece una herramienta práctica, validada y diferenciadora para profesionales y centros que apuestan por la excelencia en la atención integral al paciente.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)