Retrasos Invisibles: Cómo la Psoriasis Interfiere en la Cicatrización Cutánea
Introducción
La psoriasis, tradicionalmente reconocida por sus manifestaciones clínicas en la piel, representa un reto creciente para los profesionales de la estética avanzada y la medicina estética. Más allá de las placas eritematosas y descamativas, esta patología inflamatoria crónica impacta de manera significativa en la capacidad de la piel para regenerarse y sanar. En el contexto de tratamientos estéticos mínimamente invasivos, aparatología y procedimientos dermocosméticos, comprender cómo la psoriasis altera el proceso de cicatrización es clave para adaptar protocolos, minimizar riesgos y optimizar los resultados en pacientes con tendencia psoriásica.
Novedad o Tratamiento
Recientes investigaciones han puesto el foco en la alteración del microambiente cutáneo en pacientes con psoriasis, evidenciando que la respuesta inflamatoria exacerba los tiempos de cicatrización tras intervenciones como láser fraccionado, microneedling, peelings químicos o técnicas de bioestimulación. Este fenómeno obliga a una revisión de los procedimientos y la selección de productos, incluyendo principios activos tópicos, equipos de radiofrecuencia y dispositivos de luz pulsada intensa (IPL), para ajustarse a la respuesta específica de la piel con predisposición psoriásica.
Características Técnicas
En la práctica, la cicatrización cutánea depende de una secuencia precisa de eventos celulares y moleculares: hemostasia, inflamación, proliferación y remodelación. En la psoriasis, la sobreactivación de citoquinas proinflamatorias como TNF-α, IL-17 e IL-23, junto con una alteración en la función de los queratinocitos y fibroblastos, conlleva un desequilibrio en la producción de colágeno y matriz extracelular. Esto se traduce en una prolongación de la fase inflamatoria y una menor calidad de la neodermis, incrementando el riesgo de hiperpigmentaciones postinflamatorias, cicatrices atróficas o incluso recidiva de placas en el área tratada.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
En los últimos años, los protocolos de aparatología estética han evolucionado para adaptarse a las necesidades de pacientes con afecciones inflamatorias. Equipos líderes como Fraxel® Dual (Solta Medical) o Morpheus8® (InMode) permiten una personalización exhaustiva de la energía y profundidad, minimizando el daño térmico y optimizando la recuperación. Además, tecnologías de láser de baja intensidad (LLLT), como Healite II® (Lutronic), han demostrado acelerar la cicatrización y modular la inflamación, siendo una opción complementaria segura en pacientes con psoriasis activa o en remisión.
Evidencia y Estudios recientes
Un estudio publicado en 2022 por Wu et al. en “Journal of Dermatological Science” evaluó el retraso en la cicatrización de heridas en modelos animales con psoriasis inducida, demostrando una reducción significativa en la tasa de cierre de heridas y un aumento en la expresión de marcadores inflamatorios. Asimismo, investigaciones clínicas recientes han señalado que las terapias tópicas con activos como el ácido hialurónico, centella asiática o péptidos biomiméticos, así como formulaciones con niacinamida o pantenol, pueden mejorar la respuesta reparadora y reducir complicaciones en la piel psoriásica tras tratamientos estéticos.
Ventajas y Limitaciones
Entre las ventajas de adaptar protocolos a la piel psoriásica destaca la mejora en la seguridad del paciente, la reducción de efectos adversos y la posibilidad de ofrecer tratamientos personalizados en centros de estética avanzada. Sin embargo, la heterogeneidad clínica de la psoriasis, la variabilidad de la respuesta individual y la tendencia a la recidiva plantean desafíos a la estandarización de procesos. Además, algunos dispositivos de energía, como láseres ablativos o radiofrecuencia de alta potencia, pueden estar contraindicados en fases activas o en presencia de lesiones extensas.
Opinión de Expertos
Dermatólogos y médicos estéticos coinciden en la importancia de la evaluación previa exhaustiva y la colaboración interdisciplinar. El Dr. Manuel Fernández, especialista en dermatología estética, subraya: “La clave reside en identificar el grado de actividad de la psoriasis, ajustar la intensidad de los tratamientos y priorizar la fotobiomodulación y la bioestimulación no agresiva. Un enfoque excesivamente agresivo puede desencadenar el fenómeno de Koebner y agravar la patología”. Además, recomienda la integración de productos calmantes y protocolos antiinflamatorios post-tratamiento, especialmente en microneedling, láser fraccionado y peelings medios.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
Para los profesionales y responsables de centros de estética, la presencia de psoriasis obliga a adaptar los protocolos estándar y extremar la selección de equipos y productos. Es recomendable optar por tecnologías no ablativas, reducir la densidad de la energía aplicada y espaciar las sesiones. El uso de cosmecéuticos reparadores, como los de marcas líderes como Skinceuticals®, Mesoestetic® o Endocare®, y la inclusión de dispositivos de terapia LED de bajo nivel, constituyen estrategias efectivas. Los precios de estos dispositivos varían: un equipo de LED Healite II® puede oscilar entre 12.000 y 18.000 euros, mientras que los consumibles para bioestimulación tópica suelen situarse entre 30 y 60 euros por sesión. La tendencia del mercado estético apunta hacia una personalización extrema, la integración de terapias combinadas y el desarrollo de protocolos para pieles sensibles y con patologías inflamatorias.
Conclusiones
La psoriasis representa un desafío relevante en la gestión de la cicatrización cutánea tras tratamientos estéticos. La comprensión de las alteraciones fisiopatológicas y la adaptación de los protocolos permiten maximizar la seguridad y la eficacia, abriendo nuevas oportunidades para la medicina estética personalizada. La innovación tecnológica y la investigación en principios activos reparadores son claves para avanzar hacia una práctica más segura y eficaz en el tratamiento de la piel psoriásica en el entorno estético profesional.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)