La BCAM alerta sobre los riesgos de la toxina botulínica sin licencia y lanza el programa “Verifica Antes de Iniciar”
Introducción
La seguridad y la regulación en el sector de la medicina estética son asuntos de máxima relevancia profesional. Recientes investigaciones periodísticas en Reino Unido, como la llevada a cabo por la BBC, han puesto de manifiesto la proliferación de prácticas no reguladas, especialmente en el uso de toxina botulínica sin licencia. Ante esta situación, la British College of Aesthetic Medicine (BCAM) ha publicado su Annual Clinical Review 2025 y ha lanzado una nueva iniciativa denominada “Vet it Before You Get it” (“Verifica Antes de Iniciar”), diseñada para dotar tanto a pacientes como a profesionales de herramientas que refuercen la seguridad en la prestación de tratamientos estéticos.
Novedad o Tratamiento
El foco de la noticia recae en la utilización de toxina botulínica, un neuromodulador ampliamente empleado en la medicina estética para el tratamiento de arrugas dinámicas y la hiperhidrosis, entre otras indicaciones. Las toxinas botulínicas autorizadas, como Botox® (Allergan), Vistabel®, Bocouture® (Merz), Dysport® (Ipsen) o Azzalure®, cuentan con un estricto control de calidad, trazabilidad y autorización sanitaria. Sin embargo, la BBC ha documentado el uso de productos no autorizados o sin licencia en centros estéticos británicos, lo que implica un grave riesgo para la salud y la reputación del sector.
Características Técnicas
La toxina botulínica tipo A es una proteína neurotóxica purificada que actúa inhibiendo la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, provocando la relajación temporal del músculo tratado. Cada producto autorizado presenta especificaciones precisas en cuanto a unidades de actividad, excipientes, conservación, reconstitución, y protocolos de administración. El uso de toxina sin licencia supone la ausencia de garantías farmacológicas, posibles concentraciones erróneas o contaminaciones, y ausencia de trazabilidad, lo que incrementa el riesgo de efectos adversos graves, como ptosis, reacciones alérgicas o incluso complicaciones sistémicas.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
La BCAM, preocupada por la falta de regulación y la desinformación entre pacientes y nuevos profesionales del sector, ha desarrollado la campaña “Verifica Antes de Iniciar”. La principal innovación es un cuestionario estandarizado que puede ser remitido por los pacientes a los centros de estética o clínicas médico-estéticas antes de reservar una consulta. Este cuestionario incluye preguntas específicas sobre:
– Marca y procedencia de la toxina botulínica utilizada.
– Número de registro sanitario del producto.
– Nombre y titulación del profesional que realiza el procedimiento.
– Protocolo de actuación ante efectos adversos.
– Seguro de responsabilidad profesional.
Esta iniciativa refuerza el control previo y fomenta la transparencia, obligando a los centros a disponer de información actualizada y documentación reglada sobre los productos que emplean.
Evidencia y Estudios recientes
Numerosos estudios han demostrado la eficacia y seguridad de la toxina botulínica tipo A en medicina estética, siempre que se utilicen preparados autorizados y bajo las indicaciones aprobadas (Carruthers et al., 2021). La infiltración de productos sin licencia está asociada a un mayor riesgo de complicaciones y, según el informe anual de la BCAM 2025, el 18% de las complicaciones reportadas en Reino Unido durante el último año tuvieron relación con toxinas no autorizadas o de origen incierto. La literatura científica reciente (Zanotti et al., 2023) enfatiza la importancia de la trazabilidad y la formación específica de los profesionales para evitar estos riesgos.
Ventajas y Limitaciones
La principal ventaja de la campaña “Verifica Antes de Iniciar” es su capacidad para empoderar tanto a pacientes como a profesionales, elevando el estándar de calidad y transparencia en el sector. Sin embargo, su éxito depende de la colaboración activa de los centros, la concienciación del usuario final y la capacidad de los organismos reguladores para aplicar sanciones efectivas en caso de incumplimiento. A corto plazo, puede suponer una carga administrativa adicional para los centros, aunque se compensa con la mejora de la reputación y la confianza del paciente.
Opinión de Expertos
Según la Dra. Emma Davies, presidenta de la BCAM, “la proliferación de toxinas sin licencia supone un grave riesgo para la seguridad del paciente y para la imagen del sector estético. La campaña busca una autorregulación eficaz y la estandarización de protocolos, aspectos esenciales en un mercado cada vez más competitivo y exigente”. Profesionales españoles, como el Dr. Jorge Planas, coinciden en la importancia de la trazabilidad y la formación continuada, subrayando que “la seguridad del paciente debe estar siempre por encima de cualquier consideración comercial”.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
Para los gestores y directores de clínicas y centros de estética avanzada, la adopción de protocolos de transparencia y trazabilidad es cada vez más imprescindible. La implantación de cuestionarios previos, la conservación de los lotes de toxina en condiciones óptimas (temperaturas entre 2ºC y 8ºC para la mayoría de las marcas), la formación acreditada del personal sanitario, y la contratación de seguros específicos son ya requisitos en la práctica diaria. Además, la comunicación activa con el paciente y la documentación de consentimiento informado, sumadas a la verificación de la procedencia de los productos, constituyen las mejores prácticas recomendadas a nivel europeo.
Conclusiones
La publicación del Annual Clinical Review 2025 por parte de la BCAM y la campaña “Verifica Antes de Iniciar” constituyen pasos firmes hacia la autorregulación y la seguridad en el sector de la medicina estética. La utilización de toxinas botulínicas sin licencia debe ser erradicada mediante una combinación de formación, transparencia y control por parte de los propios profesionales. La tendencia del mercado apunta hacia una mayor exigencia en la trazabilidad, la profesionalización y la calidad asistencial, factores que marcarán la diferencia en la competitividad y prestigio de los centros en los próximos años.
(Fuente: aestheticmed.co.uk)