Las nuevas terapias tópicas con inhibidores de JAK revolucionan el abordaje del eccema atópico
Introducción
El manejo del eccema atópico (EA), una de las afecciones dermatológicas más prevalentes en la práctica estética avanzada, ha experimentado cambios significativos en los últimos años gracias a la irrupción de nuevas alternativas terapéuticas. En el marco del congreso Elevate-Derm Summer 2025, el Dr. Walter Liszewski expuso los últimos avances en el tratamiento del EA, haciendo especial hincapié en la llegada de los inhibidores de la Janus quinasa (JAK) en formulaciones tópicas, que están modificando radicalmente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes, incluso en casos complejos y zonas sensibles.
Novedad o Tratamiento
Los inhibidores tópicos de JAK representan una innovación disruptiva en el tratamiento del eccema atópico moderado y grave. Entre los productos más destacados aprobados recientemente se encuentran el ruxolitinib crema 1,5% (Opzelura®, Incyte) y el delgocitinib crema (no comercializado aún en España, pero con amplia experiencia en Asia bajo marcas como Corectim® de Maruho). Estos fármacos actúan bloqueando selectivamente las vías de señalización intracelular implicadas en la inflamación y la transmisión del picor, principales responsables de la sintomatología del EA.
Características Técnicas
Los inhibidores de JAK tópicos actúan sobre las enzimas JAK1 y JAK2, interfiriendo en cascadas de citocinas proinflamatorias como la IL-4, IL-13, IL-31 e IFN-γ. Esto se traduce en una reducción significativa de la inflamación, el prurito y la disrupción de la barrera cutánea. Su uso está indicado en adultos y adolescentes a partir de 12 años, con aplicaciones de 1 o 2 veces al día durante periodos de hasta 8 semanas, según protocolo.
La textura de estas cremas es ligera y no oclusiva, facilitando su aplicación incluso en áreas como la cara, cuello, pliegues y zonas genitales, donde los corticoides tópicos tradicionales presentan limitaciones por el riesgo de atrofia cutánea y otros efectos adversos.
Innovaciones respecto a modelos anteriores
A diferencia de los tratamientos clásicos, como los corticoides tópicos o los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus, pimecrolimus), los inhibidores de JAK proporcionan un alivio del prurito en menos de 24-48 horas desde la primera aplicación, según datos de ensayos clínicos recientes. Además, su perfil de seguridad es notablemente superior en zonas sensibles, ya que no inducen atrofia dérmica ni alteraciones pigmentarias, permitiendo un uso continuado o intermitente según las necesidades del paciente.
Evidencia y Estudios recientes
El ensayo TRuE-AD1 (Simpson et al., 2021) demostró que el 53,8% de los pacientes tratados con ruxolitinib crema alcanzaron una mejoría significativa del picor en la primera semana, frente al 15,1% del grupo placebo. Además, el 52,2% logró una respuesta clara o casi clara en el Índice de Gravedad del Eccema Atópico (IGA) a las 8 semanas de tratamiento. Otro estudio japonés de 2022 sobre delgocitinib mostró tasas de respuesta similares, con una excelente tolerancia en áreas de piel fina.
Ventajas y Limitaciones
Entre las ventajas clave para el entorno profesional destacan:
– Rapidez de acción antipruriginosa.
– Seguridad en zonas sensibles y pieles pediátricas.
– Reducción del uso de corticoides y sus efectos adversos.
– Mejor adherencia por parte del paciente gracias a la comodidad de uso.
Como limitaciones, cabe señalar el coste (precio aproximado de Opzelura®: 250-300 €/tubo de 60 g), la necesidad de prescripción médica y la falta de datos a largo plazo sobre la seguridad de su uso continuado. En algunos casos, pueden observarse efectos secundarios locales leves como eritema, prurito o foliculitis.
Opinión de Expertos
Dermatólogos y expertos en medicina estética coinciden en que los inhibidores tópicos de JAK representan una revolución en el tratamiento personalizado del EA, especialmente en pacientes que no consiguen un control adecuado con terapias convencionales o presentan contraindicaciones para los corticoides. Según la Dra. Beatriz Berenguer, especialista en medicina estética y dermatología avanzada, “estos fármacos abren la puerta a protocolos más seguros y eficaces para el manejo del eccema en localizaciones delicadas, mejorando la calidad de vida y la satisfacción estética de los pacientes”.
Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
El uso de inhibidores tópicos de JAK se integra fácilmente en protocolos combinados de estética avanzada, especialmente en pacientes con tendencia a la atopía o piel reactiva. Su perfil de seguridad permite su aplicación previa a procedimientos como láser fraccionado, radiofrecuencia o microagujas, minimizando el riesgo de brotes inflamatorios. Además, son una opción eficaz para el tratamiento de dermatitis localizada tras tratamientos de rejuvenecimiento o peelings químicos, donde la recuperación rápida y la integridad de la barrera cutánea son prioritarias.
En clínicas de estética, la formación del personal en la identificación de pacientes candidatos y la correcta aplicación de estos productos es esencial, así como la colaboración con dermatólogos para el seguimiento y ajuste de los protocolos.
Conclusiones
La incorporación de los inhibidores de JAK tópicos supone un avance relevante para los profesionales del sector estético y médico-estético, ofreciendo una alternativa eficaz, segura y cómoda para el tratamiento del eccema atópico, especialmente en zonas sensibles y en aquellos casos donde las terapias tradicionales resultan insuficientes o mal toleradas. Su rápida acción, excelente perfil de seguridad y facilidad de integración en protocolos combinados los posicionan como una tendencia al alza en el mercado estético, con previsión de ampliación de indicaciones y mayor presencia en los próximos años.
(Fuente: www.dermatologytimes.com)