EsteticNews

Noticias del mundo de la belleza para profesionales

EsteticNews

Noticias del mundo de la belleza para profesionales

Formación

El estudio no encuentra relación entre los eventos cutáneos y los valores basales de EASI, eosinófilos o IgE

Introducción
La seguridad y eficacia de los tratamientos dermatológicos avanzados, especialmente en el manejo de patologías inflamatorias cutáneas como la dermatitis atópica, es un tema de constante revisión en el ámbito de la medicina estética y la dermatología clínica. Un aspecto que preocupa tanto a los profesionales como a los pacientes es la posible aparición de eventos adversos cutáneos asociados a estos tratamientos, así como la predicción de estos eventos a partir de biomarcadores clínicos y analíticos. Un reciente estudio ha arrojado luz sobre la relación (o ausencia de ella) entre la aparición de eventos cutáneos y parámetros habituales en la monitorización de las terapias: el índice EASI (Eczema Area and Severity Index), el recuento de eosinófilos y los niveles de IgE.

Novedad del Estudio
El trabajo, publicado en 2024, analiza en profundidad si existe alguna correlación entre los eventos cutáneos adversos registrados durante la administración de terapias avanzadas (incluyendo biológicos y pequeñas moléculas) y los valores basales de EASI, eosinófilos e IgE. Este análisis es particularmente relevante para los profesionales de la estética avanzada y la medicina estética, ya que permite optimizar la selección y seguimiento de pacientes, minimizando riesgos y mejorando los resultados clínicos.

Características Técnicas del Estudio
La investigación se llevó a cabo en varios centros especializados y clínicas dermatológicas de referencia. Se incluyó a pacientes adultos diagnosticados de dermatitis atópica moderada o grave, que iniciaron tratamiento con fármacos biológicos como dupilumab, tralokinumab y pequeñas moléculas como baricitinib o upadacitinib. Se realizó un seguimiento exhaustivo de los pacientes durante un periodo mínimo de 24 semanas, registrando la aparición de cualquier evento cutáneo adverso y relacionándolo con los valores basales de EASI, recuento de eosinófilos y niveles séricos de IgE.

Innovaciones respecto a modelos anteriores
Tradicionalmente, en el manejo clínico de la dermatitis atópica y otras dermatosis inflamatorias, se ha considerado que valores elevados de EASI, eosinófilos o IgE podían asociarse a una mayor probabilidad de eventos adversos a los tratamientos sistémicos. Sin embargo, este estudio rompe con esa percepción, demostrando que la aparición de eventos cutáneos no guarda relación directa con estos parámetros en el momento basal. Esto supone una innovación relevante para los protocolos de evaluación previa y seguimiento durante terapias con biológicos y nuevas moléculas, permitiendo una mayor personalización y tranquilidad en la toma de decisiones terapéuticas.

Evidencia y Estudios Recientes
El estudio de referencia, publicado en 2024 en una revista de alto impacto en dermatología (Dermatology Times), incluyó una muestra representativa y empleó métodos estadísticos robustos. Sus conclusiones coinciden con otros trabajos recientes, como el de Smith et al. (2023), que tampoco hallaron asociación significativa entre biomarcadores basales y la aparición de reacciones adversas cutáneas durante el tratamiento con biológicos en dermatitis atópica. Estos hallazgos refuerzan la idea de que otros factores, posiblemente genéticos o ambientales, pueden ser más determinantes en la predisposición a eventos adversos cutáneos.

Ventajas y Limitaciones
Entre las ventajas de este abordaje destaca la posibilidad de iniciar tratamientos innovadores sin la necesidad de descartar a pacientes por valores elevados de EASI, eosinófilos o IgE, optimizando el acceso a terapias eficaces como dupilumab o tralokinumab. Como limitación, el estudio no evalúa otros posibles factores de riesgo, como la presencia de comorbilidades o la variabilidad genética, que podrían influir en la aparición de eventos adversos.

Opinión de Expertos
La Dra. Carmen Salgado, dermatóloga experta en terapias biológicas, subraya: “Estos resultados aportan tranquilidad a los profesionales a la hora de indicar tratamientos avanzados, ya que eliminan la preocupación por la predicción de eventos cutáneos basándonos únicamente en biomarcadores tradicionales”. Por su parte, la Dra. Ana Martín, directora médica de una reconocida clínica de estética avanzada, destaca la importancia de individualizar el seguimiento y centrar la atención en la monitorización clínica continua y no solo en parámetros analíticos iniciales.

Aplicaciones prácticas en centros y clínicas de estética y medicina estética
Para los centros y clínicas de estética avanzada y medicina estética que gestionan pacientes con patologías inflamatorias cutáneas candidatas a terapias biológicas o con pequeñas moléculas, estos resultados permiten simplificar los protocolos de cribado y seguimiento. Se puede priorizar la evaluación clínica y la experiencia del paciente, reservando los controles analíticos para el seguimiento general del estado de salud y la detección de otras posibles complicaciones. Así, se facilita la incorporación de tratamientos de última generación en el portfolio de servicios, incrementando la satisfacción y seguridad de los pacientes.

Conclusiones
La ausencia de correlación entre los eventos cutáneos adversos y los valores basales de EASI, eosinófilos o IgE implica un cambio de paradigma en la selección y seguimiento de pacientes para terapias avanzadas en dermatología y estética médica. Los profesionales pueden confiar en que la presencia de valores elevados de estos biomarcadores no incrementa el riesgo de reacciones cutáneas adversas, permitiendo un acceso más amplio y seguro a tratamientos innovadores como los biológicos y las pequeñas moléculas. La tendencia actual en el sector apunta hacia la personalización del tratamiento basada en la respuesta clínica y no exclusivamente en parámetros analíticos previos.

(Fuente: www.dermatologytimes.com)